18 de febrero de 2024

3:00 h.

 

En mi garaje me pongo con el puente.

No me atrevo a quitarle madera por debajo, pero empiezo a tallar los cuernecillos y demás.

Por si la sierra de marquetería se tuerce un poco -la madera de palosanto es más dura de lo que estoy acostumbrado-, dibujo la silueta por la parte inferior, que es la que tiene que quedar perfecta, y corto por fuera de la línea

Parece que no se han desviado los dos cortes, y corto el horizontal.

Ahora, con limas de los chinos y muchísimo cuidado empiezo con las entalladuras de los cuellos. Una mínima desviación de la perpendicular canta un disparate: lo comprobé en el modelo que hice.

También es importante la distancia entre las muescas, para que sean idénticas en los dos lados.

Dejo madera de sobra por debajo, por si decidimos quitar algo.

Vimos en los puentes de este tipo que redondean la parte superior. Supongo que será para que la cuerda no sufra demasiado al doblarse por ahí.

De momento queda bien. Lo veo un poco mazacote. La parte central en los originales es un poco más delgada.

Le preguntaré a Juan si al reducir la superficie que se encola podría despegarse con la tensión. Hay que contar con que son cuerdas de nylon, que se supone que tiran menos, pero son 8 y hau que tensarlas mucho para obtener tonos agudos.

Con el listón que sobra, hago las lagrimicas.

Parece que quedan algo pequeñas. Haré otras un poco más grantes y elegiré.