DIA 16

3 de febrero de 2020

2:00 h.

 

Habíamos quedado para el jueves, pero Juan me llama el domingo, para vernos el lunes. No he hecho los cortes para los refuerzos, así que toca hacerlos hoy.

Yo pensaba hacerlos a mano, pero Juan me enseña cómo hacerlos con la sierra de banda:

He hecho una plantilla para darle la profundidad justa al corte. Como está muy gastada, no es fácil mantener el listón perpendicular.

Hago alguna prueba: hay que dejar un poco de madera, lo suficiente para que no se rompa, pero debe permitir el doblado.

Con paciencia y a ojo, va saliendo el trabajo. Hay distintas distancias entre cortes, pero Juan no le da importancia. Es una cuestión solo estética, y el primer refuerzo va en la tapa, así es que no se verá.

Para el del fondo, que se verá un poco a través de la boca, ya iré con más cuidado, pero han quedado bien.

Ahora, hay que liberar del molde el guitarro. Saco las dos piezas del molde, y compruebo que, con los sobrantes de cola, el guitarro se ha pegado a la solera.

Entro en pánico, y Juan, con su calma habitual, saca una enorme espátula para ayudarme a liberarlo sin que se rompa.

Con más miedo que hambre, y después de algún crujido, sale entero y sin aparentes daños.

Compruebo la solidez y el aspecto que va cogiendo:

Vuelta al molde, ya sin los laterales, para pegar los refuerzos. Juan saca unos listones con una ranura a lo largo que le sirven de pinzas para sostener los refuerzos mientras tira la cola.

Recuerdo que tengo un montón de pinzas de la ropa, del mismo largo aproximadamente. Las buscaré para el próximo día.

Empiezo a pegar los refuerzos al aro y a la tapa. Esto le va a dar mucha fuerza.

Juan me dice que debo doblar de más los refuerzos, hasta oir un crujido, pero sin que se corte, y efectivamente pasa eso:

Si se rompe, no pasa nada, pero así quedan más alineados y con la separación uniforme.

Llego hasta el zoque y voy al otro lado

Tardo bastante menos con la segunda tanda.

Y hasta aquí por hoy.