Alfonso X el Sabio
con las armas de Castilla y León. Tumbo A, ACS CF 34, fol.
66 vº.
Biblioteca de la
Catedral de Santiago de Compostela. Siglo XIII.
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A
ver, que esto es largo.
Hay
dos asuntos:
Asunto
1º.- LAS VÍSCERAS Y EL CORAZÓN.
Sobre
su entierro, parece ser que el rey Alfonso, cada vez que inauguraba
una iglesia, manifestaba su deseo de ser enterrado allí.
Pero
vamos a su testamento, dictado en Sevilla meses antes de morir
el 4 de abril de 1284:
(…)
que el nuestro cuerpo sea enterrado en nuestro monesterio
de Sancta María la Real de Murcia, que
es cabeza de este reyno; el primero lugar que Dios quiso que
ganasemos a servicio dél, e a honra del rey Don Fernando,
e de nos, et de nuestra tierra; pero si los nuestros cabezaleros
tovieren por mejor que el nuestro cuerpo sea enterrado en
la cibdat de Sevilla, o
en otro lugar que sea mas a servicio de Dios, tenemoslo por
bien
(…)
E si los nuestros testamentarios tovieren por bien de enterrar
nuestro cuerpo en Sevilla, mandamos que lo fagan enterrar
alli do tuvieren e entendieren que es mejor; pero de esta
guisa:
que
la sepultura non sea muy alta, e si quisieren que sea alli
donde el Rey
Don Fernando e la Reyna Doña Beatriz yazen (sus padres)
O
sea, que no dejó dicho claramente donde tendría que ser enterrado,
que lo decidieran sus "cabezaleros" (los encargados
de cumplir su última voluntad).
Al
final decidieron enterrarlo en la Catedral de Sevilla, pero
había más:
E
otrosi mandamos, que luego que finaremos, que nos saquen el
corazon e lo lleven a la Sancta
Tierra de Ultramar, e que lo sotierren en Iherusalem, en el
monte Calvario, (…) e mandamos que faga don Frey Juan, teniente
de las vezes del maestre del Temple en los reinos de Castilla
(...)
Mandamos
otrosi que cuando sacaren el nuestro corazon para llevarlo
a la Sancta tierra de Ultramar, segund que es ya dicho, e
que saquen lo otro de nuestro cuerpo e lo lleven a enterrar
al monesterio de
Sancta Maria la Real de Murcia, o a do el nuestro cuerpo oviere
a ser enterrado, que
lo metan todo en una sepultura assi como si nuestro cuerpo
fuese y a yazer, si
el monesterio fuere en aquel estado que lo nos establecemos
e devemos estar; e
sy non, mandamos que, fagan esto en la iglesia mayor de Sancta
Maria de Sevilla.
Es
decir, que lo único que tenía claro era que el corazón
lo enterraran en el Monte Calvario, no en Murcia ni en Sevilla.
Lo
otro, vendría
a Santa María la Real de Murcia, si la iglesia estaba en buen
estado, si no, también a Sevilla.
Creo
que solo Felipe el Hermoso está enterrado en dos sitios (su
cuerpo en Granada y su corazón en Brujas). El resto de reyes
españoles parece que tienen todas sus piezas en el mismo sitio.
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En
1948 se examinó el cuerpo de Alfonso X y se comprobó que se
le habían extraído las vísceras:
“En
el tórax pudimos comprobar un corte quirúrgico de la 3ª, 4ª,
5ª y 6ª costillas del hemitórax izquierdo, como a unos cuatro
centímetros de la inserción vertebral, y otro corte paralelo
al anterior en el mismo hemitórax, que llega a unos tres centímetros
por fuera del esternón. Estos dos cortes paralelos, rectos
y de traza limpia, como de haber sido ejecutados con una cizalla
o tijera anatómica, sirvieron seguramente para poder extraer
el corazón y alguna otra víscera del cadáver real”.
Mortaja
del rey Alfonso X en Sevilla.
Universidad de Sevilla
Según
algún investigador, el Adelantado del Reino de Murcia (García
Jofre) custodió el corazón mientras los templarios preparaban
el viaje a Tierra Santa, que parece que no hicieron, por lo
que se puede suponer que se quedaría en Murcia, con lo otro.
Pero de esto, que yo sepa, no hay documentación.