Aquí
os he seleccionado algunas imágenes


Los mismos aviones
fotografiaban sus actuaciones. Aquí, Barcelona, una de las
tres ciudades bombardedas intensamente (junto a Madrid y Guernica).


Las revistas
infantiles no se libraron del ambiente bélico. Estas dos
revistas se unificaron en una sola...

...y estaban
repletas de símbolos, mensajes...

Momias sacadas
de sus tumbas en la iglesia de las Salesas de Barcelona. El anticlericalismo
fue brutal. No se respetaba nada. Fijáos en la puerta destrozada.

La destrucción
de objetos de culto fue, como en esta foto de Madrid, una constante
en la zona republicana. Recordad que el anticlericalismo ya venía
de lejos, y con la Guerra, como todo, se acentuó.
En Murcia se
trasladaron los Salzillos a la Catedral y se respetaron. Otras muchas
obras de arte no corrieron la misma suerte.

Muchas de estas
fotos sirvieron luego como prueba para juzgar a los que cometieron
estos actos. Los números añadidos a ésta, probablemente
sean para la identificación.

Con frecuencia,
en zona republicana encontramos cosas como esta especie de hipopótamo
con ruedas. Eran camiones que se "blindaban" artesanalmente.
Algunos pesaban tanto que apenas podían moverse, pero a falta
de tanques...

Estos dos son
de Barcelona, fabricados por las Milicias populares en 1936. Fijáos
en el rótulo del lateral (se ve que no se fiaban mucho del
blindaje).

Durante la
guerra, al acabarse el metal, se "acuñaron" monedas
de cartón.

Algunas cartas
de despedida de fusilados, como ésta, nunca fueron entregadas
a sus familiares. Aquí, Antonio Gargallo, fusilado por negarse
a coger las armas, el 18 de agosto de 1937, se despide de su madre
y de su hermana. Fijáos en la última frase...y en
todo lo demás.
Alguno de vosotros
me ha dicho que no se entiende. Os la trascribo:
Jaca
- 18 - agosto - 37.
Querida
madre y hermana. Hace días que no sabéis nada de mí
pero he aquí la causa. Hace 2 o 3 días dije en el
Cuartel que no podía coger las armas y me amenazaron y entonces
deserté. No me despedí de vosotras porque se dice
que fusilan a las familias de los desertores, pues por si acaso,
no sabiéndolo tú no te podrían hacer nada.
Me han detenido y sin oirme siquiera me han condenado a muerte y
esta noche dejo de vivir en la tierra.
No
te aflijas ni llores porque te he desobedecido, pero he obedecido
a Dios.
Después
de todo poco pierdo.
Distribución
de armas entre el pueblo. Barcelona 1936.